Tanto si está entrando el gusanillo emprendedor, como si ya has comenzado tu aventura empresarial, debes leerte este artículo. Vamos a darte las pautas para que Enero de 2018 sea tu lanzadera al éxito. Es evidente que el comienzo de año es una buena oportunidad para empezar de nuevo, plantearte retos y hacer todo aquello que no nos hemos atrevido a empezar un jueves 24 de octubre (una fecha tan digna como cualquiera).

Lee con atención porque vamos a hacerte una lista de consejos y pautas que hemos aprendido con la experiencia:

  • Cómprate una libretita y llévatela a todas partes: si una idea te ronda por la cabeza, no esperes a que la inspiración te surja una vez te sientes en tu escritorio. Nuestras mejores ideas han surgido de quedadas con amigos, viendo una serie, leyendo un libro… Necesitas creatividad, explorar tu entorno y saber qué opina la gente del sector al que te vas a dedicar. En cuanto puedas, apunta cualquier cosa que tenga relación con tu empresa. Más tarde, descartarás ideas y descubrirás qué es lo más importante.
  • Pásate por una gestoría: casualmente, este año empieza con un montón de cambios para los autónomos y te interesa tener toda la información mucho antes de darte de alta. Es esencial contratar a un buen gestor de confianza. Si no conoces a ninguno pregunta a tus conocidos. A las asesorías les encanta saber que les han recomendado.
  • Confía en la competencia: en este mundo hay de todo, pero tienes que mentalizarte de que la competencia ha pasado por las mismas dificultades que tú y tienes mucho que aprender de ellos. La rivalidad nunca es buena y créenos: conocemos más de un caso de colaboraciones que han resultado muy positivas para ambos.
  • Facilita las tareas a otros profesionales: en tu negocio vas a necesitar recurrir a otros sectores (publicidad, mensajería, reformas…). Una de las mejores sensaciones para una empresa es que vayas a hacerle un pedido teniendo muy claro lo que quieres. Nadie nace enseñado, pero internet es un mundo lleno de información y tampoco tengas miedo de preguntar las veces que hagan falta.
  • Pasa de las opiniones negativas: escucha a los expertos, a aquéllos que ya tienen un negocio, los que saben lo duro que es pagar impuestos y luchar con ciertos clientes. Pero olvídate de comentarios del tipo “negocios así ya hay muchos” o “mi primo lo intentó y cerró a los dos meses”.
  • Ten paciencia con tus socios: cada uno tendrá su rol y algunos serán expertos en unas materias que para otros sea un universo desconocido. Además, habrá momentos de mucha tensión porque estáis arriesgando muchas cosas para lograr un objetivo común. No está de más que paréis de vez en cuando para tomar un café y tener conversaciones como las que teníais antes de emprender.
  • Tómate días libres: aquí tenemos un dilema, porque por una parte un emprendedor debe trabajar en modo 24/7, pero el descanso también es importante. Si no puedes cogerte el fin de semana libre (es más difícil de lo que parece), tómate un martes sabático, o un jueves… El día que sea con tal de oxigenarte.
  • Pulsa Ctrl+P: imprímete este artículo y cuélgatelo en tu despacho para recordar día a día que ser emprendedor requiere disciplina, motivación y mucho, pero que mucho esfuerzo.